jueves, 11 de octubre de 2007

Concebida entre tules y sabanas de seda rojas...

Cuando ya llevábamos casi dos años de noviazgo,  con Tito (mi marido) , fuimos de excursión a Valparaíso, y , recordando lo que había dicho mi madre sobre Doña Jeannette y su burdel, decidimos darnos una vuelta por ahí.

Llegamos frente a un antiguo palacete en la calle Cochrane, justo al frente de la plaza Echaurren. Lo observamos un rato y luego decidimos entrar. Golpeamos la puerta y un caballero de unos cuarenta años nos respondió del otro lado , pregunto que queríamos y  dije que veníamos de parte de Doña Catalina Ortúzar. Abrió la puerta, quedo mirando asombrado, de seguro asimilando el parecido, y dijo:

- Ah! pasen nomás! .Madame Jeannette esta en el bar...


Subimos aquella larga y empinada escalera, mientras Tito miraba con curiosidad lo que lo rodeaba,  y yo, imaginaba a mi madre y  padre subiendo, muertos de la risa hacia el lugar en donde se amarían, hace casi veinte años atrás.

Llegamos a la parte alta y la música, aunque no era estridente, era notoria: Charlestón, risas, olor a cigarro y voces femeninas ahogando las voces masculinas, un ambiente completamente festivo. Al pasar al bar , a mi novio le quedo claro de que se trataba todo ; Había chicas ligeras de ropa sentadas en las rodillas de algunos caballeros de alta alcurnia, muchos de ellos conocidos nuestros. Muertos de la risa pasamos hacia el bar y al instante se nos acerco una elegante, sobria y bellísima señora a conversarnos:

-Buenas noches niños. Que buscan? alguna niña en especial?.

A Tito pareció entusiasmarle la proposición,  pare su risa en seco con una mirada y respondí:

-Buenas noches, es usted Madame Jeannette?.- pregunte no confiando en mis recuerdos de infancia

Miro con cierto recelo y respondió

-Si?, para que seria? los mando alguien?

-No no, mire. Mi nombre es Ursula Pezoa...

Con los ojos verde esmeralda casi desorbitados de la impresión, paro en seco la presentación  , sonrió cándidamente y apretó mis manos con emoción.

-La hija de Carlitos y la Gatita!, la pequeñita de rizos dorados!. Tanto tiempo niña mía!. Ahhh como no pude ver eso antes! si eres igualita a tu padre! los mismos ojos melancólicos! .Y esa estampa!! De tu madre claro!! Ella tan linda y elegante siempre!!...Como ha estado?



Conversamos un rato y la puse al día de todo lo que había pasado últimamente. Lo de Rafaela, que se había ido a Estados Unidos y que estaba postulando para ser una Ziegfeld girl , que Mateo y Alessandro crecían rápidamente y que madre y babbo estaban bien. Al terminar de conversar , pregunto con recelo:

- Bueno niña linda, ahora me pica la curiosidad. ¿Que buscas acá?

Respondí con rubor en  las mejillas:

- Bueno,  deseo ver el cuarto de mi mamá.

Miro sorprendida, casi ahogando la risa por mi candidez al mencionar mi deseo, pero,  al ver a Tito, comprendió el porque de mi pedido.

-Bueno Ursulita, sígueme. Candelaria...vigila a las niñas que ya vuelvo.

(Candelaria Sánchez, amiga de mi madre,  la que había sido la amante de Emile Dubois, madre de Louis Amadeo Brihier,   quien en la actualidad,  es un exitoso reportero del Mercurio)


Seguimos a aquella sexagenaria señora a través de pasillos y escalera, hasta que llegamos a una puerta cerrada con llave.

-Tenia olvidada en este manojo estas llaves.- nos dijo cascabeleando un enorme llavero con cientos de ellas.

Abrió la puerta lentamente y señalo

-Esta pieza esta igualita a la última vez que tus padres estuvieron aquí, nadie ha tocado nada, todo esta igual, solo hemos mantenido fuera el polvo y las arañas.


Emocionada, entre dejando a Hector y a la Madame detrás mío, viendo con asombro y emoción por primera vez el lugar en donde había sido concebida. Queno entro siguiéndome el paso y Madame Jeannette, acercándose y mirándome con emoción, dijo:

- Al igual que tu madre, puedes venir aquí cuando quieras. Esto te pertenece.

Me pasó las llaves, apretó mi mano y dándome un beso en la frente, se fue cerrando la puerta detrás suyo.

Estaba embelesada, viendo cada detalle de aquella habitación, diseñada y adornada por mi madre y tía Isabel cuando solo contaban con dieciseis años ; los encajes, el tocador, el cepillo, la cama! de caoba negra, con cuatro pilares y gasas rojas por todos lados, las sabanas de fina seda  .Todo con un tinte sensual y bien pensado, de seguro la Belle Otero y Lianne de Pougy tuvieron piezas iguales a estas !, pensaba , y de seguro mi madre también ,mientras en su pasión adolescente, la adornaba.

En mi embobamiento, mire a mi acompañante, el que sonreía encantado

- No es maravillosa, mi amor??

-Mas maravillosa estas tu Ursu, vieras tu cara!!. Pareces niña en navidad, rodeada de regalos!

Le sonreí, me senté en la cama y respondi:

-Sabes?. Aquí fui concebida, el día antes de un viaje de mi mamá hacia Turín. Aquí mis padres pasaban las noches amándose, olvidándose de todo los demás. Aquí mi padre , del cual dicen que fue un hombre solo y desdichado, fue feliz.!!

Se sentó a mi lado y lleno de mi emoción, me abrazó, beso y repetimos la historia

Desde ese día, hicimos de esa habitación un lugar de encuentro secreto para ahogar mutuamente nuestras pasiones adolescentes, tal como mi madre y mi padre lo hicieron dieciocho años atrás y aun ahora, estando casados y no teniendo necesidad de escondernos para amarnos, vamos de vez en cuando.


Junio 1936

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